martes, 12 de mayo de 2009

Como fue que me convertí en maestro. 1era parte

Actualmente soy maestro de inglés en una preparatoria, y debo decir que me gusta mucho dar clases de inglés, pues es algo que siempre me ha gustado. Pero a diferencia de muchos colegas, originalmente yo no estudié para ser maestro...y sé que ese es el caso de algunos otros compañeros docentes.

Pertenezco a una familia en donde la mayoría de mis parientes son maestros. Mi padre fue maestro de inglés y mi madre fue maestra de español....¿curioso no creen?. Además de ellos, mi hermana, tios, primos e incluso mi novia son maestros, de diferentes niveles y asignaturas, pero al fin todos maestros. Se podría decir que el gusto por la docencia lo llevo en las venas.

Cuando tenía 18 años y llegó el momento de decidir qué estudios universitarios realizar, yo no escogí una carrera relacionada con la docencia o que tuviera que ver con la educación. Me gustan las computadoras y me gusta la informática, por esa razón ingresé a la universidad y cursé la lic. en sistemas de computación administrativa.

A mí siempre se me ha dado la facilidad de poder hablar frente a muchas personas sin que ello me cause pánico o me den muchos nervios. Quizá esto se deba a que siempre me ha gustado hablar...recuerdo que cuando estaba en la primaria, en las juntas de la escuela, la maestra siempre anotaba en mi boleta de calificaciones que platicaba mucho y se quejaba con mi mamá de que yo no paraba de hablar. Gracias a mis profesores y a mis padres, logré hacer un buen uso de ese pequeño detalle que tenía participando en los homenajes, concursos de oratoria, como monitor en la iglesia, maestro de ceremonias en pláticas, conferencias y hasta eventos sociales como xv años y bodas... en fin, en cualquier actividad que se relacionara con hablar frente a las personas. La manera de hablar y la seguridad que tomé derivado de todo eso, me permitió poder expresar mejor mis ideas, y eso me llevó a obtener muy buenas calificaciones cuando exponía algún tema en la universidad.

Y fue ahí, en la universidad que me nace la inquietud de enseñar a otros. Todo se fue dando solo. Luego de una exposición sobre los tipos de sistemas de información, unos compañeros se me acercaron para que les ayudara a estudiar para los exámenes. Acepté, y cuando les explicaba los temas, note que no lo hacia mal, y que ellos comprendían correctamente lo que yo les enseñaba. Uno de ellos dijo: "enseñas mejor que el maestro, tú deberías dar la clase.....¿no te gustaría dar clases?." En ese momento solo alcance a contestar: "No había pensado en ello".

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